Joan Baez: 'Los cambios necesitan de la música'
"Si nunca es
nueva y nunca se olvida, entonces es una canción folk". La definición con
la que comienza 'A propósito de Llewyn Davis', la película de los
hermanos Coen, encaja perfectamente con el ideal artístico de Joan Baez (Nueva
York, 1941): siempre echando mano de alguna vieja melodía de raíces o unos
versos del cancionero popular, siempre dispuesta a darles nueva vida para
protestar contra alguna injusticia, ya se trate de la Guerra de Vietnam, la
opresión de la comunidad afroamericana o el buitreo del capitalismo. En
realidad, la frase se podría aplicar a ella misma, que a sus 74 años todavía
conserva gran parte de esa lozanía con la que enamoró a Bob Dylan (y,
de paso, a otros muchos millones de personas) en los 60 y una sabiduría como de
otra era, plácida y sonriente.
Joan Baez - No nos moverán (HD)
Baez inicia este mes una amplia gira por España con parada en Pamplona (día 15, Baluarte), Bilbao (día 17, Palacio Euskalduna), Barcelona (días 19 y 20, Palau de la Música, dentro del Festival del Mil·lenni), Madrid (días 23 y 24, Teatro Nuevo Apolo), Gijón (día 27, Teatro de La Laboral) y Santiago de Compostela (día 28, Palacio de Congresos y Exposiciones). Además, se publica una reedición de 'Diamonds and Rust In The Bullring', el directo que grabó en 1988 en la plaza de toros de Vista Alegre de Bilbao.
Ocho fechas en las que se espera que Baez vuelva, una vez más, la vista atrás y recupere el 'It's all over now, Baby Blue' de Bob Dylan, el 'Gracias a la vida' de Violeta Parra o el tradicional 'Swing Low, Sweet Chariot'. "Precisamente con esta última canción me paso algo curioso en aquel concierto de Bilbao de 1988. Por primera y única vez en mi carrera, el público se animó a acompañarme en la interpretación", evoca ella. Baez, que en aquella ocasión también cantó el 'No nos moverán' y 'Txoria Txori', de Mikel Laboa, recuerda también aquel tiempo como una época protagonizada por "la avaricia", en la que el individualismo alimentado por los gobiernos de Reagan y Thatcher se habían inoculado como un virus, según ella, en el flujo sanguíneo de la sociedad.
Ahora las cosas son mucho peores, y muchas canciones de Joan Baez vuelven a sonar en protestas y manifestaciones. Sin ir más lejos, durante las concentraciones en protesta contra los asesinatos de los humoristas de 'Charlie Hebdo' se pudo oír su 'Farewell Angelina'. "Es sólo arte, es sólo una canción. Pero siempre he pensado que los cambios sin música no son inspiradores, que necesitan una banda sonora. Eso es importante. Porque la música puede tener unos efectos en la gente que nunca imaginaríamos", dice la cantautora estadounidense al respecto.
"Uno tiende a recordar sólo el lado luminoso de lo que le pasó", apunta Baez sobre aquellos años que retrata la película de los Coen. "Cuando, con 18 años, tomabas la decisión de si querías ser músico o no, no lo hacías movido por cuestiones como la gloria o tocar en Woodstock. Lo hacías como una parte más de un proceso que incluía manifestaciones contra la guerra y acciones de protesta. Nos veíamos como hermanos y hermanas. Y queríamos contribuir a un mundo mejor. No volví a sentir algo parecido hasta que Obama llegó a la presidencia de Estados Unidos, esa sensación de que el mundo cambió para siempre, de que lo que antes parecía imposible, que un hombre negro llegase a la Casa Blanca, había sucedido", relata. "Si el actual interés por aquel movimiento folk tiene que ver con aquel anhelo nuestro de cambios sociales, me parece maravilloso", remata.
Para la cantautora, este compromiso no es igual a ingenuidad. "Nunca me he considerado una persona optimista. El mundo es un desastre y, si lo ves así, si no esperas cosas maravillosas, lo aprecias más e intentas ni más ni menos que vivir", formula Baez. "A partir de ahí, puedes tratar de encontrar un significado a esa vida, que en mi caso ha sido ponerme en situaciones de riesgo en favor de los demás. Esto puede ser visto como un sacrificio, pero para mí es una bendición. Conoces mejor a la gente cuando sufres con ellos".
Todo ello para hablar, una vez más, del amor. "Para mí, el amor es, sin duda, el tema definitivo", sentencia. "Una canción que no sea política puede ser tan importante para el espíritu como una que sí lo sea. Y la música romántica es particularmente necesaria para entender el mundo. Algunas de mis canciones favoritas son piezas de 'country' que hablan sencillamente de eso, de las relaciones de afecto entre personas".
Joan Baez & Mercedes Sosa "Gracias A La Vida"
DARÍO PRIETO
Actualizado: 02/03/2015
Fuente: https://www.elmundo.es/cultura/2015/03/02/54f39b9e268e3e4b718b4586.html
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